Construcción circular

En pocos años, hemos sido golpeados por el poderoso impacto del cambio climático, las pandemias y las guerras. Mientras tanto, una población en crecimiento demanda cada vez más edificios, esto significa que se tienen que utilizar menos recursos para extenderse más. Nuestro estilo de vida de consumo es una de las principales causas del aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, y necesitamos con urgencia dejar de malgastar y agudizar el ingenio. En esta situación nace el concepto de construcción circular, hoy vamos a explorar en detalle las mejores prácticas que plantea este concepto.

Crear valor con la rehabilitación de edificios

Cada metro cuadrado de espacio demolido, destruye un valor medio de € 770. Explorar la renovación y la modernización como una alternativa a la reconstrucción reduce esta pérdida. Además, esta práctica al no tener que construir nuevamente desde cero reduce las emisiones, costes y residuos. 

Generar el mayor rendimiento

La implementación de la construcción circular en una etapa temprana del proyecto, fase de diseño, tendrán un mayor impacto ambiental y conducirán a una “mayor rentabilidad de la inversión”. Si además, se combinan herramientas de diseño basadas en datos con expertos multidisciplinares se obtendrán productos y edificios que funcionan mejor.

Determinar valores con nuevas monedas

La creación de valor circular requiere la utilización de diferentes tipos de valores, no exclusivamente financieros. Se pueden describir en diferentes unidades: € para valores monetarios, kWh para energía, CO2 para impacto climático, Índice de Circularidad para adaptabilidad, montaje y desmontaje, etc.

Reducir el riesgo gracias a la circularidad

La construcción circular es un instrumento para lograr una cartera de edificios de cero emisiones netas de carbono o incluso de carbono positivo. Es probable que un impuesto al carbono se convierta en realidad también para el sector inmobiliario y de la construcción. Además, los sistemas circulares están menos expuestos a riesgos externos, como las crisis de precios y la escasez de materiales.

Extraer el oro verde

Aquellas empresas que controlan sus datos de sostenibilidad y que pueden interpretarlos, analizarlos y visualizarlos, están mejor preparados para atraer financiación verde y, por lo tanto, cosechar el “oro verde”.

Administrar los edificios, trabajando de manera más inteligente

Los gemelos digitales, como vimos en anteriores publicaciones, aportan un uso más eficiente del espacio. Revisando así, si se pueden adaptar distribuciones y espacios, o cambiar el uso para optimizar mejor el espacio.

Combinar datos con experiencia

La experiencia por sí sola no es suficiente. La complejidad de los nuevos procesos exige tanto herramientas basadas en datos como diálogo de expertos para respaldar la toma de decisiones estratégicas.

Reducir tiempos

Mejorando la gestión de datos se pueden lograr ahorros de hasta el 80%. Para ello, por un lado hay que esforzarse por lograr un léxico común y por otro lado, se necesitan estructuras de bases de datos, como BIM, con un “diccionario” lo suficientemente flexible como para unir los diversos términos en uso.

En resumen, las mejores prácticas actuales no son suficientes en un mundo que cambia rápidamente. El desarrollo continuo de herramientas es rápido y disruptivo. Las organizaciones y las empresas deben mirar hacia el futuro y pasar de copiar las mejores prácticas a crear las próximas prácticas para compartir conocimientos, herramientas y proyectos de referencia. Junto a ese perfil progresista, la colaboración y el acceso a la información existente fomentará la creación de valor. Independientemente de cuán poderosas sean las herramientas, una organización aislada corre el riesgo de perder el valor agregado creativo que brinda la colaboración.

Es necesario iniciar la transición de los métodos de construcción lineales hacia un pensamiento de economía circular que permita avanzar hacia una mayor sostenibilidad en las áreas urbanas logrando con ello una red de ciudades y sociedades con cero emisiones netas.