escasez-de-materiales

En estos últimos años, la pandemia ha retrasado proyectos y reducido los márgenes forzando a cambiar la forma en que trabajan los equipos. Dos obstáculos clave que han soportado las constructoras son el aumento de los costes de los materiales y los desafíos de la cadena de suministro. Todo esto ha generado una escasez de materiales en la construcción.

Antes de la pandemia, la industria de la construcción ya estaba experimentando un aumento de los precios de los materiales y una mayor demanda que ejercía presión sobre los proveedores de materiales. Hoy, esos desafíos relacionados con los materiales y la cadena de suministro persisten. Y, la invasión rusa de Ucrania en marzo de 2022, las posteriores sanciones económicas y las tensiones en la cadena de suministro han generado un crecimiento de los precios y una escasez de materiales en la construcción, petróleo, gas, metales, madera y mucho más.

Entonces, ¿Qué pueden hacer los contratistas para hacer frente a los desafíos de la cadena de suministro?

La respuesta está en la tecnología, aprovechando nuevas herramientas que permiten una gestión de la construcción más conectada y basada en la nube. Estas herramientas digitales, como ya hemos visto en anteriores publicaciones son cada vez más necesarias en la construcción. Dado que gracias a ellas, los contratistas pueden ser más ágiles en tiempo real, optimizando así la gestión de materiales y otros procesos operativos. Los beneficios son un ahorro de costes que compensa parcialmente la disminución de ganancias generada por escasez de materiales en la construcción y los problemas en la cadena de suministros. 

MATERIALES CLAVE Y DESAFÍOS DE LA CADENA DE SUMINISTRO

Para los contratistas la madera, el hormigón y el vidrio suelen ser los materiales más demandados. Los costes de la madera y el hormigón están aumentando nuevamente después de que los precios cayeran ligeramente durante el verano de 2021. Además los materiales de más calidad son también difícil de conseguir, y los retrasos en los envíos son más comunes. El vidrio, a pesar de ser más común, tiende a estar entre los materiales más caros. Además, es difícil trabajar con él, por lo que requiere trabajadores especializados para su manipulación.

El acero, el aluminio y otros metales son materiales esenciales para las tuberías y conductos, su demanda es constante, pero también han aumentado su precio. Por otro lado, el cobre es esencial para todo, desde el cableado eléctrico hasta la plomería. Ya considerado un metal semiprecioso se tiene que proteger bajo llave debido al aumento de robos en los lugares de trabajo.

Desde la guerra entre Rusia y Ucrania, el combustible es un desafío debido a la gran fluctuación de los precios de la gasolina. Para los contratistas que administran grandes equipos o flotas de transporte, esto podría afectar a sus resultados.

Sin acceso a recursos rusos, hay más demanda para encontrar estos materiales de otros países o impulsar la producción nacional, incurriendo en costes adicionales. Esta situación sumada a los problemas ya existentes (fabricación lenta, retrasos en los envíos y pedidos) aumenta más los costes para obtener los materiales requeridos. Una tasa de inflación anual disparada y la continua escasez de mano de obra en la construcción, han disparado los precios de los proyectos.

DESAFÍOS ADICIONALES

Esta situación de aumento en los precios ha provocado un aumento en el robo de materiales de construcción en los lugares de trabajo. Como se señaló anteriormente, todo material, desde el cobre hasta el acero, tiene el potencial de ser robado si no está bajo llave durante las horas de descanso en la obra. Además, los contratistas han percibido un ligero aumento en el robo interno por parte de empleados o subcontratistas.

La prevención es esencial. La pérdida de activos o materiales esenciales puede alterar los cronogramas del proyecto y retrasar la finalización del mismo. Cámaras, aplicaciones móviles, tecnología de geolocalización, dispositivos de seguimiento de materiales, sistemas de alarma o herramientas de programación de entregas son ejemplos de cómo las constructoras utilizan tecnología moderna para mantener seguros sus materiales.

El uso indebido de materiales, la reelaboración de procesos en la construcción, el clima y otros problemas de desperdicio de materiales cuestan a los contratistas millones de dólares anuales en ganancias potenciales.

Junto a ello se encuentra la mala gestión de los procesos de materiales, que puede agregar aún más costes evitables a los balances de los contratistas. Aquí se pueden incluir, desde estimaciones deficientes y errores de adquisición o de precio cometidos durante los procesos previos a la obra hasta problemas de adquisición durante el proyecto.

Muchos contratistas reducen costes de otras áreas para no aumentar demasiado el precio estimado en los contratos. Sin embargo, el desafío es que sin una estrategia sólida de adquisición, uso y seguimiento de materiales, cualquier paso en falso con los materiales podría reducir aún más los márgenes de ganancias de los contratistas, que de por si ya son muy reducidos.

En conclusión, la escasez de materiales en la construcción y los problemas en la cadena de suministros están generando numerosos desafíos en el sector, si las constructoras quieren afrontar estos desafíos adecuadamente deben empezar a implementar soluciones tecnológicas que ayuden a paliar los efectos negativos de dichos desafíos, en la próxima publicación explicaremos en detalle que puede aportar la tecnología.