Optimización y prevención
El sector de la construcción ha tenido siempre como prioridad en sus objetivos mejorar la optimización y prevención de sus procesos constructivos.
La seguridad es uno de los grandes problemas del sector, que lidera las estadísticas de muchos de los factores medibles a nivel de accidentes laborales.
Centrándonos en riesgos específicos, diversos estudios señalan que los colapsos y accidentes por retiradas de encofrado con un hormigón insuficientemente endurecido son un problema que ha generado hasta 66 accidentes graves en los últimos 5 años, que han ocasionado 171 pisos colapsados, 405 muertes y 711 heridos
Por otro lado, a nivel de eficiencia de los procesos constructivos, la productividad ha evolucionado poco en los últimos años, provocando un estancamiento en cuanto a mejora continua de los procesos. Por ello, la implementación de nuevas tecnologías y herramientas puede ser un factor clave que permita optimizar y mejorar los actuales procesos constructivos.
Optimización y prevención para el control del riesgo operacional
La implementación de un sistema de monitorización del fraguado del hormigón vertido en obra puede ser una solución para los problemas mencionados arriba.
Gracias al control en tiempo real de la resistencia del hormigón se obtiene un mayor número de datapoints que permiten tomar mejores decisiones de planificación y gestión. Cuánta mayor información precisa disponible menor será el riesgo operacional durante la ejecución de la estructura.
Por tanto, las ventajas de implementar esta tecnología son una optimización de los procesos constructivos, pudiendo gestionar y planificar mejor el proyecto y una mejora a su vez de la prevención de riesgos, al conocer en tiempo real el estado del hormigón vertido en obra, retrasando el avance de la obra en caso de que el hormigón no cumpla las especificaciones requeridas.
Otras medidas importantes
Junto a estas nuevas tecnologías es importante establecer medidas de control de calidad y seguridad durante todo el proceso constructivo. Esto incluye inspecciones y pruebas para detectar posibles defectos o riesgos.
Por otro lado, también es esencial la formación y capacitación de los trabajadores tanto para la optimización como la prevención en la construcción. Los trabajadores deben tener las habilidades y conocimientos necesarios para realizar su trabajo de manera segura y eficiente. La capacitación debe incluir aspectos como la seguridad en el trabajo, el uso adecuado de equipos y herramientas, y la aplicación de buenas prácticas constructivas.
Por último, la comunicación y coordinación efectiva entre todos los miembros del equipo de construcción es fundamental para prevenir errores y garantizar la eficiencia en el proceso constructivo. Esto implica establecer canales de comunicación claros y asegurarse de que todos los trabajadores estén al tanto de las tareas y objetivos del proyecto.
En conclusión, la implementación de nuevas tecnologías en los procesos constructivos es una realidad. En el caso de sistemas de monitorización en tiempo real del fraguado del hormigón, su inclusión permite la optimización de los procesos constructivos. Contar con mayor y mejor información facilitará la toma de decisiones durante la planificación y gestión de los proyectos. Esto mejora también la prevención de riesgos respecto a desencofrados de estructura, evitando colapsos y accidentes.