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La industria de la construcción no es inmune a la digitalización. Inteligencia artificial, robótica y computación en la nube están transformando los procesos en cada una de las fases de la construcción. Desde la optimización de la cadena de suministro y el modelado de edificios hasta la planificación de mano de obra y materiales, todo esta cambiando. El gasto total en construcción se recuperó en 2021, tras la pandemia. A su vez, la mayoría de constructoras tienen una perspectiva positiva de crecimiento para el resto de 2022. No obstante, ese optimismo se ha visto atenuado por el incremento de los costes, los continuos desafíos de la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y un entorno económico inflacionario.

La economía está enviando señales contradictorias. Mientras nos tambaleamos al borde de una recesión; los salarios y el empleo han subido, pero también los precios y las tasas de interés. La atmósfera actual de incertidumbre, volatilidad y regulaciones complejas ha motivado a más constructoras a implementar tecnologías digitales. Con el objetivo de obtener una imagen más clara de las operaciones de sus proyectos, optimizar la eficiencia de los activos y gestionar el riesgo. 

LA NECESIDAD, EL ACELERADOR DE LA INNOVACIÓN

La agilidad lo es todo. Por ello, cuanto más rápido una constructora pueda calificar y generar una oferta, actualizar el trabajo en curso u obtener financiación, mayores posibilidades tendrá de cerrar operaciones. Sin embargo, estos procesos son manuales y tediosos, con numerosos intermediarios que generan múltiples entradas y salidas de información. Esto ocasiona que la recopilación de información sea agotadora. 

Las plataformas tecnológicas permiten que las constructoras se conecten en línea realizando de manera rápida y precisa todos estos procesos. En muchos casos, como la pandemia, la necesidad ha sido un acelerador de la innovación y generando procesos más simplificados.

LA INFLACIÓN Y DESVIACIONES DEL COSTE

Las soluciones digitales también ayudan a las constructoras a sortear condiciones inflacionarias difíciles. Los costes de construcción siguen disparados año tras año, aumentaron un 17,5% de 2020 a 2021, y se espera que aumenten un 14,1% para finales de 2022. La mayoría de las constructoras operan con márgenes reducidos en un mercado muy competido. En este contexto, las constructoras deben gestionar adecuadamente las licitaciones, no solo mediante la presentación de ofertas ganadoras sino también mediante ofertas precisas adaptadas a la fluctuación de costes.  

El incremento de los costes impacta en el proceso de licitación, dificultando la estimación de costes futuros. Realizar una estimación incorrecta de los costes futuros puede ser catastrófico. Además, los retrasos en la cadena de suministro generan interrupciones y retrasos que dificultan cumplir las fechas firmadas. 

Por todo ello, las constructoras están recurriendo al software tanto de control de proyectos como de gestión de costes. Así, mediante la inclusión de estas tecnologías, logran evitar sorpresas y pueden tomar decisiones informadas.

EL CAMBIO A DIGITAL ES CUESTION DE TIEMPO

La industria de la construcción ha sido una de las más tradicionales a lo largo del tiempo, con un crecimiento en la productividad del 1% en las últimas dos décadas. McKinsey sugirió que la transformación digital puede resultar en reducciones de costes del 4% al 6%. Las constructoras son conscientes de la oportunidad que representa la adopción de tecnología para aumentar la productividad. Por consiguiente, ya no es cuestión de si implementar o no dichos avances tecnológicos sino de cuándo implementarlos. 

La nueva generación de profesionales en la construcción, más jóvenes y expertos en tecnología han irrumpido con fuerza, buscando la eficiencia y comodidad en sus procesos. Aquí juega un papel fundamental el avance digital, y funcionará mejor con el cambio generacional y a medida que se desarrollen nuevas tecnologías los próximos años.

UN FUTURO COMPLEJO LLENO DE OPORTUNIDADES

La construcción tiene por delante un futuro brillante pero exigente, dado que para competir por los nuevos contratos deben alejarse de los procesos manuales en papel. Existe una necesidad imperiosa de estar completamente actualizado, diariamente y en tiempo real. En un sector castigado por la baja rentabilidad y los márgenes bajos, las constructoras deben apostar por las nuevas tecnologías. Con ellas, se conseguirán los objetivos de optimización y eficiencia.  

Hay herramientas digitales disponibles que pueden ayudar a las constructoras a tener una visión clara y constantemente actualizada de todos sus procesos administrativos. Nunca ha habido una necesidad más urgente de velocidad y certeza en la construcción, y las soluciones digitales son la forma más sensata de actuar más rápido y mejor informado.