los edificios y la infraestructura

El cambio climático se ha ido amplificando en las últimas décadas, tanto en términos de impactos físicos como de impulso político, empresarial y social. El aumento descontrolado de las emisiones de gases de efecto invernadero está aumentando la magnitud y la frecuencia de los desastres naturales. Como ya hemos experimentado durante este verano: inundaciones, huracanes, sequías e incendios forestales. Por todo ello, está claro que estamos en una crisis planetaria, donde nuestros sistemas naturales están siendo estresados por la actividad humana. Siendo una de estas actividades, los edificios y la infraestructura.

El impacto del entorno construido

El entorno construido (que engloba a los edificios y la infraestructura) es responsable de una gran parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y, el sector de la construcción por sí solo, representa el 37 %, como ya vimos en otras publicaciones. De manera alarmante, se espera que estas emisiones crezcan, debido a que:

  • El 75% de la infraestructura requerida para 2050 aún debe construirse. En los próximos 40 años, se construirán 230.000 millones de metros cuadrados de nuevos edificios. 
  • Alrededor del 50% de las emisiones de los nuevos edificios procederán de fuentes incorporadas y el resto de fuentes operativas entre 2020 y 2050.

Como se describe en el informe de WorldGBC, el papel del entorno construido para abordar la  crisis climática es absolutamente fundamental. A través de este informe, se defiende la necesidad de abordar la sostenibilidad de todo el entorno construido. Desde edificios hasta transporte, generación de energía, servicios públicos, infraestructura social y gestión de residuos.

A pesar de las similitudes, los edificios y la infraestructura son independientes de muchas maneras. La ejecución de edificios e infraestructura suele estar completamente separada y, en consecuencia, también lo están sus objetivos sostenibles.

Se debe abogar por un entorno construido sostenible, incluyendo tanto edificios como infraestructura, en línea con los objetivos climáticos y con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para implementar esto, se debe plantear un enfoque más alineado y compartido entre los edificios e infraestructuras.

Especialmente, dado que existen beneficios colaterales por adoptar un enfoque alineado e integrado de la sostenibilidad en el entorno construido de edificios e infraestructura como parte de un sistema cohesivo. Los beneficios se engloban en tres áreas: Acción climática, Salud, bienestar y valor social, y Recursos y circularidad. 

¿Por qué un enfoque integrado de los edificios y la infraestructura abordará los desafíos para la acción climática y proporcionará beneficios colaterales para las personas y el planeta?

1. Descarbonización del suministro energético

La descarbonización del entorno construido no se puede lograr sin un enfoque integrado de los edificios y la infraestructura. El impulso hacia las cero emisiones netas en el sector de los edificios no puede basarse únicamente en la eficiencia del diseño. Sino que debe incluir el suministro y la distribución de energía renovable a estos activos. 

Los edificios deben incentivar la transición energética hacia una energía renovable para transicionar de manera efectiva todo el entorno construido hacia las cero emisiones netas. Del mismo modo, en la infraestructura, se debería incentivar el cambio en los sistemas de movilidad de los combustibles fósiles a las energías renovables. Esto enfatiza la relación entre los edificios y la infraestructura. Por ejemplo, dotar con las apropiadas infraestructura a los edificios ejercerá de facilitador para una transformación más rápida de los vehículos de combustión interna a electricidad.

2. Descarbonización del sistema de transportes

La descarbonización de los sistemas y redes de transporte es esencial para una nueva trayectoria de emisiones en el entorno construido. Si bien algunos transportes pueden cambiar rápidamente, otros están resultando más difíciles de transitar. 

La descarbonización del transporte por carretera es el gran desafío para la red de tránsito mundial. La transición de la flota de vehículos global existente lejos de los motores de combustión interna es una tarea sustancial. La descarbonización exitosa de las redes de carreteras a nivel mundial deberá incluir un papel fuerte del sector de los edificios. Como ya hemos comentado dotar con infraestructura de carga a los edificios apoyará esta transición.

3. Reducción de emisiones incorporadas

La reducción de emisiones incorporadas tanto en los edificios como en la infraestructura depende de la innovación que se aplique a los procesos vinculados al hormigón, acero, aluminio, vidrio y otras materias primas. La colaboración en las cadenas de suministro entre edificios e infraestructura es un ejemplo de enfoque alineado respecto a las emisiones incorporadas. Se requiere coherencia en la evaluación de los procesos y en la implementación de soluciones que aceleren la incorporación de materiales duraderos con bajas emisiones de carbono. 

La contratación pública ofrece enormes oportunidades para mejorar la sostenibilidad en la cadena de suministro de la construcción. Un proceso de contratación pública más sostenible mejoraría la cadena de suministro global, beneficiando al medio ambiente. Promoviendo la economía circular y la erradicación de productos químicos nocivos, el reciclaje y la optimización de materiales.

4. Mejorar la adaptación y la resiliencia

La resiliencia de los sistemas del entorno construido depende en gran medida tanto de los edificios como de la infraestructura. Por ello, es esencial reflejar las mejores prácticas en los marcos de certificación para edificios e infraestructura. Se debe transicionar manteniendo el equilibrio entre confiabilidad y descarbonización, debido a esto hay que trabajar con un enfoque integrado para los edificios y la infraestructura.

Pese a los avances logrados en los últimos año, aún hay mucho más por hacer. Se tienen que revisar y fortalecer los objetivos de emisiones actuales para 2030. Y para ello, la infraestructura y los edificios juegan un papel fundamental en la reducción las emisiones.

La interrelación entre edificios e infraestructura es clave para cumplir con estos objetivos globales. Para ello es importante una mayor colaboración y fijar un marco universal de principios, tanto para edificios como para infraestructura. Con el objetivo de acercar esta metodología a todos los proyectos de entorno construido.