El Simulador del Hormigón Digital, como ya vimos en anteriores publicaciones, es una herramienta muy útil, que permite comprobar cómo sería la planificación de un proyecto en el caso de implementar sensores de madurez. 

En las próximas publicaciones se va a realizar una comparativa de la planificación de un proyecto de acuerdo con tres factores representativos que influyen en el proceso constructivo de una estructura. Estos factores son las condiciones geográficas y meteorológicas y el tipo de hormigón. 

La publicación de hoy se centra en presentar el caso de estudio. El análisis posterior se dividirá en otras dos publicaciones. En la primera se estudiará la planificación de un proyecto en tres provincias del territorio español ubicadas al norte, provincias “frías”, Lugo, Vizcaya y Soria. En la segunda se estudiarán tres provincias al sureste de España, provincias “cálidas”, Valencia, Murcia y Sevilla.

Además, junto a la variable geográfica ambos análisis se han realizado utilizando dos tipos de hormigones. Ambos presentan una resistencia característica de 25 MPa, con la diferencia de un curado rápido y lento.

Caso de estudio: sensores de madurez vs ciclos fijos de 10 días

El caso de estudio se basa en una estructura de 30 ciclos de hormigonado. Se ha seleccionado este número de ciclos con el objetivo de que la ejecución del proyecto abarque casi un año natural. Esto permite obtener una media de las condiciones ambientales, generando unos resultados más realistas y evitando acotar la investigación o estudiar solo estaciones concretas.

El caso de estudio realiza una comparativa directa de los tiempos necesarios para que el hormigón alcance el 100% de su resistencia característica. Se comparan dichos tiempos de acuerdo con dos metodologías.

Dos metodologías para la planificación de un proyecto

La primera metodología consiste en la implementación de sensores de madurez durante la ejecución de la estructura. Gracias al método de madurez se pueden estimar las condiciones de curado, utilizando el histórico de temperaturas medias por día en cada provincia.

La segunda metodología se basa en un proceso constructivo basado en ciclos fijos de 10 días. Esta metodología, en este caso de estudio, resulta en un total de 313 días de ejecución de estructura. Siendo el criterio único, esperar 10 días entre el hormigonado de una fase y la siguiente.

El simulador permite generar la planificación de un proyecto según la metodología empleada. Debido a esto, los análisis comparativos pueden mostrar los tiempos de ejecución de la estructura de acuerdo a cada metodología. La metodología basada en sensores de madurez controla en tiempo real la evolución del fraguado del hormigón. Por ello, el resultado es un ahorro potencial respecto a la metodología de ciclos fijos de 10 días, salvo en casos donde los sensores indican que no se han alcanzado las resistencias necesarias y es necesario esperar para asegurar la integridad estructural.

El simulador del hormigón digital genera una comparativa adicional. En este caso con respecto a la tabla 74 de la versión comentada de la EHE-08, titulada “Periodos de desencofrado y descimbrado de elementos de hormigón armado”. Los resultados obtenidos mediante esta metodología no se van a incorporar a la comparativa dado que los tiempos de la tabla son demasiado conservadores y únicamente tienen en cuenta rangos de temperatura ambiente muy generales.

En conclusión el caso de estudio que se analizará en las próximas publicaciones, se basa en una estructura de 30 ciclos de hormigonado. Además, las variables principales en el caso de estudio serán la ubicación geográfica del proyecto, las condiciones meteorológicas, la tipología de hormigón y la metodología constructiva. Descubre en la próxima publicación, el análisis comparativo de ambas metodologías en las provincias frías.